Ex embajador argentino ante Naciones Unidas
Nicolás Maduro y los suyos han llevado a Venezuela a una verdadera catástrofe económico-social, sumergiendo a su pueblo en el horrible pantano de la escasez de todo. Incluyendo la de los alimentos y medicamentos.
Además, en su demente forma de gestionar al país, han generado una inflación realmente salvaje, de aquellas que los libros de texto califican con frecuencia de “galopantes”. Record.
Por esto último, el grupo Bloomberg acaba de sugerir una forma curiosa de medir esa inflación desorbitada que hoy castiga a Venezuela. Con algún precedente bastante conocido en mente, seguramente. El índice recientemente adoptado por Bloomberg es el costo de tomar un café con leche en una cafetería del este de la ciudad de Caracas, la capital de Venezuela.
Y el resultado es realmente feroz, aunque no demasiado inesperado. La inflación en Venezuela, medida de esa manera, es ya del 1.526% anual. En sólo 17 semanas, el precio del café con leche pasó de unos 450 bolívares a unos 1.100 bolívares. Increíble, quizás. Pero es la verdad.
El precedente antes mencionado es ciertamente la medición comparativa de la inflación que desde hace algún rato ya promueve el “Economist”: esto es el costo de comprar una “hamburguesa” en los locales de “Mac Donald” emplazados en los distintos países analizados; esto es de una comida popular cocinada con estándares idénticos en los locales de una misma cadena de restaurantes populares.
Lo de Venezuela es absolutamente insólito.
Por ello un notoriamente mal educado Nicolás Maduro ha comenzado a insultar abiertamente a otros gobiernos de la región, como el del presidente argentino, Mauricio Macri.
Para así generar una clásica cortina de humo, creyendo que ella distraerá a su oprimido y castigado pueblo. No lo logrará.